La "ELEMENTOTERAPIA", es el "arte regio" de la Naturaleza, porque nos enseña a manipular las criaturas elementales de los vegetales antiguamente conocidos con los nombres de silvanos, dríadas, hamadríadas y faunos.

Estos elementales de las plantas, que el médico gnóstico maneja, son los "dussi" de San Agustín, las "hadas" de la Edad Media' los "Dore Oigh" de los galos; los "grove" y "maidens" de los irlandeses, y los "anime" de los sabios médicos gnósticos, de nuestros fraters "indios" de la Sierra Nevada de Santa Marta (Colombia)

El insigne Maestro Paracelso da el nombre de "Silvestres" a los elementales de los bosques y de "ninfas" a los de las plantas acuáticas. En los libros sagrados de todas las religiones antiguas, se halla ampliamente expuesto el santo simbolismo vegetal.

En el original de E. Boscowitz, figuran interesantes testimonios de algunos sabios que aseguran lo que hace millones de años saben las tribus indígenas de América, esto es, que las plantas tienen alma, vida y sensibilidad, parecida a la de los seres humanos.

Erasmo Darwin dice en su "Jardín Botánico" que la planta tiene alma. Habremos de recordar que los hombres tan eminentes como Demócrito, Anaxágoras y Empédocles, sostuvieron la misma tesis.
En época más recientes, hay otros que sostienen que los movimientos de las raíces son voluntarios.

Vrolik, Hedwig, Bonnet, Ludwig, F. Ed. Smith, afirman que la planta es susceptible de sensaciones diversas y que conocen la felicidad. Finalmente el sabio Teodoro Fechner escribió un libro titulado: Nanna Oder Uber Das Lenleben der Pflansen", en el cual prueba suficientemente que la planta tiene alma.

La Sanguinaria se alegra y mueve sus ramas cuando se le acerca el sabio que sabe amarla. La Dormidera recoge sus hojas y se adormece muchas veces, antes de que el médico gnóstico la haya tocado.

El elemental de la planta se alegra cuando le amamos, y se llena de dolor cuando le herimos. El organismo físico de los elementales de la naturaleza es análogo al humano. La respiración de las plantas se realiza por medio de las tráqueas de Malphigi, compuestas de una cinta celular arrollada en espiral, dotada de contracción y expansión.
Según los experimentos científicos de Calandrini, Duhamel y Papin, el aire es el único fundamento de la vida vegetal. Sostiene Bertholon que el aire ejerce sobre la savia del vegetal una acción análoga a la que ejerce sobre nuestra sangre.

Experimentos de Ingenhus, Mohl, Garren, Hales, Teodoro de Saussere, prueban científicamente que el lado inferior de las hojas está lleno de pequeñas bocas estomáticas, órganos de dicha respiración.

Las plantas inhalan anhídrido carbónico y exhalan oxígeno. Sus raíces les sirven de estómago, y con su semen emulsionan los elementales de la tierra transformándolos en ARCANOS inefables de la sustancia de Dios.

Esos "arcanos" son los instrumentos que utilizan los elementales de las plantas para sanar al enfermo, pero esto sólo ocurre cuando el médico gnóstico ha llenado los tres requisitos indispensables, a saber: Amor a Dios y al prójimo, ritual perfecto y diagnóstico exacto.

La Elementoterapia, enseña al médico gnóstico a manipular los elementos vegetales. La Elementoterapia, es la sabiduría que le permite al médico gnóstico manejar la VIDA.

MANTRAS DE ALGUNOS ELEMENTALES.

*El Granado (Pinuca Granatum)

El Granado representa la Amistad, a los acuerdos amistosos y al hogar.

Los elementales de los Granados, tienen el poder de establecer relaciones amistosas, de establecer acuerdos fraternales entre los hombres, de mantener la armonía dentro de los hogares...

Mantran : VAGO O A EGO

*El Naranjo (Citrus Aurantium)

Las Jerarquías que gobiernan el departamentos elemental de los naranjos, son las mismas que gobiernan todos los movimientos económicos y monetarios de la especia humana.

Mantran : AKUMO

*Zabila (Aloe Soccotorina)

Los ángeles que rigen la ley de la reencarnación están íntimamente relacionados con este departamento elemental de la Zabila.

Mantran : M (se pronuncia con los labios cerrados)

*Menta (Mentha Piperita)

El ángel gobernador de la menta, nos ayuda a pasar de las tinieblas a la Luz. Las jerarquías relacionadas con este departamento elemental de la menta, actúan conduciendo las almas reencarnantes por el estrecho camino que llega hasta la matriz.

Mantran : RAOM-GAOM (este mantran nos permite abrir los archivos sellados de la memoria de la naturaleza, para recordar todas nuestras pasadas reencarnaciones)

*Higuera (Picus carica o F.Communis)

El departamentos elemental de la Higuera pertenece a las fuerzas sexuales. Las jerarquías relacionadas con este departamento elemental de la Naturaleza, son las que aplican el karma a los fornicarios.

Mantran : AFIRAS

*El Manzano (Pirus Malus)

El Manzano simboliza la fuerza sexual del Edén. Cuando la humanidad comió de la fruta prohibida, fue arrojada del paraíso. El ángel que gobierna a todos los elementales de este árbol, tiene el poder de cerrar nuestras cámaras espinales, cuando comemos de la fruta prohibida.

Mantran : EBNICO ABNICAR ON

"Rosa Ignea"

Samael Aun Weor

El Orbe solar resplandece con radiante esplendor.
La mente iluminada refleja la gloria solar.
El Orbe lunar se eleva desde el centro hasta la cima y se transforma en radiante sol de luz.
Cuando estos tres soles son uno, aparece Brahma.
Nace un mundo iluminado.

Tratado sobre Magia blanca.
El hombre que se sentaba en el suelo
de su tipi y meditaba sobre el significado
de la vida, aceptando su parentesco
con todas las criaturas vivientes
y reconociendo la unidad que existe
en el universo de las cosas,
estaba asimilando la verdadera esencia de la civilización.

JEFE OSO ERGUIDO
SIOUX OGLALA

La tenemos invertida en angustias, miedos, rencores, rechazos, dudas. Y hemos de bajar al vientre para recuperarla de nuevo pero ya transmutada en conciencia. Este cuerpo es nuestra materia divina y el medio para realizarnos como dioses encarnados. Esa es la misión: llenarlo de luz en el corazón de cada célula y vencer la mentira de la muerte. Para ello la mejor manera de disolver la dolorosa atadura que sufrimos con la forma humana es cuadrar nuestros balances entre la luz y la oscuridad. Eso nos permitirá ser de nuevo seres fluidos capaces de fundirnos empáticamente con cada uno de los cinco reinos de la naturaleza: mineral y vegetal, animal y humano, además de los seres dévicos o angélicos del universo que YoSoy. De ese modo la columna de fuego de los chakras, el resplandor del cuerpo luminoso y la reconexión del ADN, unirán sus fuerzas para facilitar nuestro proceso de ascensión física, más allá de la quinta dimensión hasta las fronteras de la undécima, que está a nuestra disposición en estos momentos de la historia planetaria. Los trabajos internos de kundalini, la meditación profunda, el servicio desinteresado, la ensoñación consciente, el amor mágico, las ceremonias de sanación planetaria, el uso de las crisis como maestras, nuestro vínculo con la Madre Tierra y sus elementos, la hermandad con seres estelares y de otras dimensiones nos reconocen como seres capaces de generar luz y conciencia en cada momento y por tanto como guerreros y amazonas preparados para la batalla florida contra nuestra propia oscuridad.

El Sol que mora en las Tinieblas. "Emilio Fiel".

El camino ardiente del iniciado, del devorador de de si mismo, de aquello que es reluciente como el sol, del espejismo de aquello que realmente somos y hemos sido y seremos...
Queda al descubierto; queda sin capas que nos difuminen la visión, pues el llamado hombre de la caverna, queda atormentado en el esplendor de Maya, en el Velo intenso de Isis...
Pues que será de aquello que no es y ha sido intensamente...
Necesitamos de una cambio total de las estructuras de pensamiento, y de aquello que llamamos camino, pues el llamado hombre queda confundido de si mismo, al ver que todo sus alrededores están plagados de confusión y de subliminalismos continuos, que hacen dormir la consciencia del hombre...
Hay que romper con sigo mismo, con el mi mismo, y adentrarse en lo infinito de lo infinito del Divino Ser...
Yo les pido a todos y a todas que corren por el mundo, que viven en un tiempo/reloj, que dejen de vagar mas por las falsedades creadas para el control mental, pues:parar, y dejar de lado todo aquello que habéis creado en la vida...
Necesitamos de un cambio de espacio/tiempo, y esto solo a de lograrse, con infinita prudencia y con un animo excelente de querer recuperarse a si mismo...
Necesitamos de abrir bien la consciencia y de penetrar en los mundos internos, con la divina providencia del Dios/Diosa que somos...
Detener el sistema caduco de pensamientos y adentrarse en lo nuevo, para que las Nuevas Energías Penetren en nuestro organismo y renueve el viejo pensamiento...
La Consciencia deber de tornarse Limpia y Trasparente, con la Voluntad del Sacrificio, por querer en nosotros un cambio y un Nuevo Espacio en nuestras vidas y en aquello que llamamos Sociedad; para que eso ocurra, no vasta cambiar de un pensamiento a otro, pues lo viejo debe de morir en si mismo, para que surja en su mas amplio esplendor el Fuego Renovador del Cristo Cósmico en nosotros...

"PAZ INVERENCIAL"


EL SOL QUE NOS NUTRE

Por: V.M. Omraam Mikhaël Aïvanhov


El sol es el padre de los planetas, todos han salido de él; así pues, todo lo que existe en la

tierra, elementos químicos, substancias minerales o vegetales, existe ya en estado sutil,

etérico, en el sol. La cuestión es saber cómo, concentrándonos en el sol, podemos captar en

su pureza original todos los elementos de los que tenemos necesidad para nuestro equilibrio

y nuestra salud.

Pues mientras busquemos los remedios únicamente abajo, en el plano físico, sin hacer

ningún esfuerzo para elevamos, no ganaremos nada en el plano espiritual.

A la menor indisposición, la mayoría de la gente ingiere gran cantidad de medicamentos.

Por supuesto, los elementos que entran en la composición de estos medicamentos vienen

del sol, pero si hiciéramos el esfuerzo de tomar estos elementos del plano etérico, de la

fuente, nos sería más provechoso. La medicina no conoce todavía estos elementos, pues son

demasiado sutiles, pero son más importantes que todos los que ha descubierto hasta el

momento.

Actualmente, la medicina oficial da a las glándulas endocrinas un papel esencial. Es un

error.

En realidad, en el plano astral y en el plano mental existen otros factores que ponen en

marcha y rigen el funcionamiento de las glándulas endocrinas. Cuando una de estas

glándulas segrega hormonas en cantidad insuficiente o excesiva, produce anomalías en el

organismo, a causa de algo. Y esta causa, ¿dónde se encuentra? Precisamente en los planos

astral y mental. Estas dos regiones, donde se forman los sentimientos y los pensamientos,

todavía no han sido exploradas ni dominadas, pero desde ahí se proyectan los elementos

que se ponen en movimiento y alteran inmediatamente los demás instrumentos: las

glándulas endocrinas o el sistema nervioso, el simpático, los ganglios... Hay que ir a buscar

mucho más arriba las causas de las enfermedades y sus remedios. Poco a poco la ciencia las

descubrirá.

No hace mucho tiempo, se decía: «Si usted toma tantos prótidos, tantos lípidos, tantos

glúcidos, tantas sales minerales... usted tendrá tantas calorías que le darán tanta energía». Y

se creía que las calorías lo eran todo, hasta el día en que se advirtió que existían elementos

más sutiles e imponderables: las vitaminas. Desde entonces no se habla más que de

vitaminas y todo el mundo se atiborra de vitaminas. Los Iniciados no tienen necesidad de

tomar vitaminas: en sus trabajos espirituales, llegan a captar otros elementos mucho más

sutiles y eficaces que se encargan de poner todo a punto en el organismo, incluida la

asimilación de las vitaminas. Ahora se han descubierto las hormonas, pero no es la última

palabra.

La última palabra, os lo he dicho, son los pensamientos y los sentimientos. Sí, pues los

pensamientos y los sentimientos son fuerzas que ponen en marcha ciertos resortes que

actúan a su vez sobre el organismo, las glándulas endocrinas, el sistema nervioso etc., y

según sus cualidades, estos pensamientos y sentimientos producen la armonía o el

desorden. Hay actualmente algunos investigadores que trabajan en esta dirección, pero no

se les escucha. Más adelante, los médicos adoptarán oficialmente sus teorías: sólo se

estudiarán estos factores sutiles que son el pensamiento y el sentimiento, se crearán nuevas

ramas de estudio, con laboratorios y técnicas especiales y no les quedará otro remedio que

reconocer que la Ciencia esotérica tenía bases sólidas y reales.

Ahora os diré como podéis tomar esas partículas etéricas que el sol envía por la mañana. Es

muy simple, ni siquiera vale la pena saber cuáles son los elementos que restablecerán

vuestra salud, eso no tiene ninguna importancia. Esforzaos solamente en ascender a través

del pensamiento hasta las regiones más sutiles: os situáis allí, esperáis... y entonces vuestra

alma y vuestro espíritu, que son químicos y médicos muy competentes, que conocen

exactamente la naturaleza de todas las substancias etéricas, captan lo que os necesario y

dejan el resto a un lado.

Esperáis, inmersos en el amor, la sumisión, la alegría, la confianza... y poco después,

cuando volvéis, sentís que algo se ha restablecido, apaciguado, reforzado.

Importa poco si, por el momento, no conocéis la naturaleza de estos elementos. Lo que

puedo deciros en algunas palabras es que se encuentran en el prana. El prana es una fuerza

viva, es la vitalidad que proviene del sol, que se respira del aire y que se absorbe a través de

todas las células. Se puede comparar el prana al agua que desciende de las altas montañas, a

un río que encierra numerosos elementos nutritivos para los peces, pero también para los

animales y los hombres que viven en las orillas. El prana es un río que viene del sol hasta

nosotros y debemos extraer los elementos que necesitamos, a través de la respiración y la

meditación. Los que prefieren abrir la boca para tragar una píldora, deben saber que es

nociva y perjudicial, pues les impide desarrollar su voluntad; y por otra parte no les

aportará más que un alivio pasajero y superficial, en lugar de una mejora profunda y

duradera. No digo que no haya que tomar medicamentos, pero no lo hagáis nunca sin haber

captado antes estos elementos vivos, espirituales, que están en el prana. Pues el trabajo que

esto requiere, refuerza vuestra voluntad psíquica y espiritualmente, os pone en

comunicación con las regiones superiores, os vivifica, estimula y pone en marcha algunos

centros que preparan el terreno, y cuando después tomáis el remedio físico, el efecto es

mucho más poderoso y duradero.

Así pues preconizo los dos: el remedio de la farmacia y el remedio espiritual, pero le doy

preponderancia al lado espiritual. Evidentemente, ya os lo he dicho, los medicamentos

contienen substancias vegetales y minerales que provienen del sol, y si Dios ha depositado

estos elementos en la naturaleza, es para que nos sirvamos de ellos, no hay ninguna duda.

Pero creer que todo está ahí y que sólo eso puede equilibramos, es ir en contra de la Ciencia

esotérica.

Diréis: «Sí, pero esas partículas que recogemos a la salida del sol son imponderables, no

pueden ser eficaces». Es verdad, son imponderables, pero son la quintaesencia más viva

que el sol envía al universo. Y el hecho de que la medicina homeopática haya descubierto

que las dosis muy diluidas son a menudo más eficaces que las dosis muy concentradas,

prueba la veracidad de lo que os digo. ¿Por qué no absorber esas partículas imponderables,

ese tipo de vitaminas de naturaleza sutilísima que nos aportan los rayos del sol?

Se pueden obtener del sol muchas otras energías distintas de las que pueden servir para la

producción de electricidad o de energía para la calefacción. La energía del sol, si sabemos

captarla, puede damos la vitalidad y la salud, pero también la paz, la inteligencia, el amor...

Pero con esta filosofía, nos estamos anticipando a la humanidad en varios siglos. Por lo

demás, algunos me lo han dicho: «Con sus ideas, se adelanta a su siglo». Es verdad, lo que

pensamos hoy, el mundo entero lo pensará en el futuro.

Tenemos un cuerpo físico cuyas partículas se renuevan cada siete años. Evidentemente,

podemos preguntamos: ya que se produce esta renovación, ¿por qué tenemos las mismas

malas costumbres, las mismas debilidades, las mismas enfermedades? Pues porque las

nuevas partículas reciben la influencia de las huellas grabadas en la materia viva de nuestro

ser, y se ven obligadas a obedecer las viejas directrices. Por eso las nuevas partículas no

llegan a cambiar nuestro temperamento, a eliminar nuestras debilidades.

Podemos comparar este fenómeno al funcionamiento de una administración o de una

fábrica.

De vez en cuando, debido a enfermedades, a la vejez o a un fallecimiento, se ven obligados

a reemplazar algunos miembros del personal y llaman a nuevos empleados, más jóvenes y

más vigorosos. Pero en lo que respecta al trabajo, tienen que conformarse con lo que hacían

los empleados que les precedieron. Así pues, aunque las personas sean nuevas, sus

ocupaciones son las mismas. Igual ocurre con las nuevas partículas que recibimos a través

de nuestras diferentes actividades: nutrición, respiración, reflexión, sensación, etc... Por

eso, si queremos que estas nuevas partículas sean verdaderamente renovadoras y produzcan

efectos positivos, hay que darles otra orientación, imprimirles otro sello; ya os he mostrado

algunos ejercicios para lograrlo.

En realidad, el método más eficaz para renovar la materia de vuestro organismo, consiste en

saber trabajar con el sol; os explicaré como. Todas las mañanas estáis ante el sol que envía

por todas partes al espacio partículas luminosas de una gran pureza. ¿Qué os impide

concentraros para arrojar de vuestro ser físico y psíquico las viejas partículas usadas,

apagadas, enfermas y reemplazarlas por esas nuevas partículas que vienen del sol? Este es

un ejercicio de los más útiles que podéis hacer a la salida del sol: con vuestro pensamiento,

vuestra imaginación, intentad tomar partículas divinas e introducidlas en vosotros... De esta

forma, poco a poco iréis regenerando la materia de vuestro ser; gracias al sol, pensaréis y

actuaréis como un hijo de Dios.

La enfermedad no es otra cosa que una acumulación en el organismo de materias extrañas,

y para curaros, debéis expulsadas. Este es el verdadero concepto de la salud: ¡la limpieza!

Si es tan importante el saber recoger, por la mañana, las partículas que nos aporta el sol, es

porque son las únicas que no producirán en nosotros ninguna aglomeración, ninguna

impureza. Todo lo que coméis, bebéis, respiráis, deja siempre algún residuo, fatalmente.

Sólo los rayos del sol están hechos de una materia que no deja residuos. Por eso tenemos

que aprender a nutrirnos con este elemento superior que es la luz.

Si pregunto cuánto tiempo puede estar un ser humano sin comer, se me responderá:

«Cuarenta, cincuenta, sesenta días...» y cuánto tiempo sin beber: «Diez días, quince días...»

Y cuánto tiempo sin respirar: «Algunos minutos solamente». Es pues evidente que para el

hombre el alimento sólido (que corresponde a la tierra), es menos importante que el

alimento líquido (que corresponde al agua), y que el alimento líquido es menos importante

que el alimento gaseoso. Y si ahora pregunto cuánto tiempo puede estar un ser humano sin

fuego, se me responderá: ¡Años!

¡Hay gente que ha estado años sin calefacción, o que nunca la ha tenido!» En realidad no se

trata de ese fuego, sino del fuego que está en el hombre, y si ése se pierde, el hombre muere

al momento. Sí, el hombre pierde su vida inmediatamente después de que su corazón pierda

el calor. El fuego es pues el elemento más importante en el hombre; por ello debe aprender

a nutrirse de él y a preservarlo dentro de sí.

Esto es algo nuevo. Los humanos están habituados a nutrirse solamente con alimentos

sólidos, líquidos o gaseosos, pero ¿qué hacen con el cuarto elemento, el fuego, la luz? Poca

cosa o nada. No saben alimentarse de luz, la cual sin embargo les es más necesaria que el

aire. Por eso toda esa gente que nos critica y nos ridiculiza cuando vamos por la mañana a

la salida del sol, muestran su ignorancia e incluso diría que están embrutecidos. Asistimos a

la salida del sol para alimentamos de luz y en lugar de reírse de nosotros, tendrían que hacer

lo mismo. El hombre necesita alimentarse de luz para nutrir su cerebro. ¡El cerebro también

quiere comer!... Y la luz es su alimento: ésta despierta en el hombre las facultades que

permiten al hombre penetrar en el mundo espiritual. Mientras el hombre se contente con

alimentar el cerebro de partículas sólidas, líquidas o gaseosas, que no son las que necesita,

estará muy limitado en su comprensión.

Comprenderá quizá las cosas de la tierra, pero los misterios del universo se le escaparán.

Diréis: «Sí, pero comiendo y bebiendo también se alimenta el cerebro.» Es verdad, pero

solamente su parte menos sutil. Pues el cerebro, que es un órgano jerarquizado, está

constituido por varias zonas: unas contienen centros que permiten manejar las realidades

del mundo material e intelectual, pero otras contienen centros capaces de entrar en relación

con las realidades del mundo espiritual, del mundo divino. Si aprendéis a alimentar vuestro

cerebro con este elemento sutil que es la luz, los resultados serán diferentes. La tradición

refiere que un día Zoroastro preguntó al Dios Ahoura Mazda cómo se alimentaba el primer

hombre y Ahoura Mazda le respondió: «Comía fuego y bebía luz.»

Diréis: «Sí, pero para reemplazar todas nuestras viejas partículas, quizá hagan falta siglos.»

No, podéis acelerar esta transformación con la intensidad de vuestro amor. Cuanto más

améis la luz, más la atraeréis hacia vosotros.

La mayoría de los humanos tienen respecto al sol la misma actitud inconsciente que

respecto a la alimentación. No se preocupan de la forma en que comen. Se pasan la comida

hablando, gesticulando, riñendo, y creen que el organismo se encargará de recibir y escoger

todos los alimentos necesarios para su buen funcionamiento. y es verdad, el organismo se

encarga. Pero lo que no saben, es que el alimento contiene fuerzas y elementos sutiles

venidos del espacio, que sólo una alimentación consciente puede permitimos recibir. Estos

elementos que pertenecen al plano etérico, al plano astral e incluso al plano mental, pueden

ayudamos a mejorar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y todo nuestro

comportamiento. Sí, pero a condición de saber comer consciente e inteligentemente.

Es exactamente lo que se produce cuando se asiste a la salida del sol. Si estáis sentados

delante del sol, pensando en otra cosa, recibiréis siempre algunos beneficios físicos de su

calor y de su luz, pero los elementos más sutiles que pueden ayudaros en vuestra evolución

espiritual, no los recibiréis. Si sois conscientes de que a través de sus rayos el solos

transmite su vida, su amor, su sabiduría y su belleza, os preparáis para recibirlos, abrís en

vosotros millares de puertas por las que esos rayos pueden entrar a depositar sus tesoros, y

es así como llenáis todo vuestro ser con los beneficios del sol.

Por esto es tan importante ser consciente de lo que representa el sol. Así es como podréis

recibir los elementos que os ayudarán a profundizar en las leyes y en los misterios de la

naturaleza, a gustar de la dicha y de la paz.


DEL LIBRO:

HACIA UNA CIVILIZACIÓN SOLAR.