"¡Oh Unchi e Ina, nuestra Abuela y Madre,
Tú estás llena de misterio!
Sabemos que nuestros cuerpos han venido de Ti.
Este muchacho desea llegar a ser uno con todas las cosas;
desea adquirir conocimiento.
Por el bien de todas las criaturas,
¡Ayúdale!
Hay un lugar para Ti en el Calumet;
danos tus dos días sagrados rojo y azul".



Sal, azufre y mercurio. Alquimia. Ojos de fuego.

Los secretos del Gran y el Pequeño Mundo sólo se distinguen en su forma de manifestación, pues son UNA sola cosa y UN solo ser. Cielo y tierra fueron creados de la nada, pero están compuestos de tres cosas, de mercurio, azufre y sal... Igual que el Gran Mundo está así formado por las tres materias primigenias, así también el hombre -el Pequeño Mundo- fue hecho de aquellas en las que consiste. El hombre no es pues otra cosa que mercurio, azufre y sal (Liber Paragranum)

La tierra es negra, marrón y sucia, nada hay en ella hermoso ni agradable; pero en ella se ocultan los colores todos; verde, azul, blanco, rojo. No hay ninguno que no tenga. Cuando llegan la primavera y el verano, afloran todos los colores que -si no lo atestiguara la tierra misma- nadie hubiera supuesto en ella. Igual que de tal tierra negra y sucia surgen los colores más nobles y finos, así algunas criaturas han salido de la "materia originaria", que en su falta de separación sólo era suciedad al principio. ¡Mirad el elemento agua, cuando está sin separar! Y después, ved cómo de ella surgen todos los metales, todas las rocas, los brillantes rubís, los relucientes granates, los cristales, el oro y la plata; ¿pero quién los hubiera advertido en el agua... excepto Aquel que los engendró en ella? Así que Dios sacó de las materias básicas lo que había metido en ellas, y puso todo lo creado en su destino y en su sitio (Philosophia Tractatus Quinque)

El formador y el modelador del árbol está en el mismo, es decir, en su semilla. Otro tanto ocurre con las hierbas; tampoco la semilla representa más que el principio de la forma, para cuyo conocimiento se requieren además la lluvia, el licor de la tierra y otras cosas más, cada una de las cuales está representada en las ramas, los tallos, las hojas y las flores.
De esta manera todas las formas están ya contenidas en el exterior de todas las cosas capaces de crecer. Por eso cuando esas formas nos abandonan quedamos incapacitados para crecer, acabando por morir en un estado precario y bajo una forma elemental
(deserta). Al contrario, cuando estamos en pleno crecimiento, necesitamos hacer acopio de esas formas o alimentos a fin de que en ningún momento lleguen a faltarnos, ya que sólo su esencia, semejante al fuego, puede incrementar nuestra forma e imagen, sin la cual pereceríamos de consunción.
Esa es la razón por la cual debemos conocernos a nosotros mismos, si no queremos morir por falta de forma (Opus Paramirum, 151).

¿Quién entre los profanos será capaz de ver aceite en la madera o agua en la piedra? Nadie sin duda. Nadie, excepto el médico, el cual buscará a la inversa, la madera en el aceite y la piedra en el agua. Lo que constituye la adopción de la más sutil filosofía (Philosophia Sagax). (Opus Paramirum, Libro III)

Los ojos no deben sólo ver, sino también sentir y las cosas deben instituirse según la naturaleza de la anatomía, es decir, deducidas del fundamento verdadero y natural, resueltas (consequi) las unas de las otras según sus propias bases, y no guiadas solamente por nuestra opinión o juicio. De este modo alcanzaremos a ver y percibir lo invisible como lo visible (Opus Paramirum, Libro IV)

La rosa, que es magnífica en su primera vida, cuando la anima la esplendidez de su perfume (gustus), no tiene utilidad médica alguna, siendo preciso que se pudra, muera y renazca después nuevamente, para que adquiera tal virtud. Sólo entonces podréis hablar de sus propiedades medicinales y administrarla en vuestras recetas.
Pues así como todo lo que pasa por el ventrículo (estómago) experimenta la putrefacción, con cuyos productos se construye el ser humano, así nada de lo que ha de formar la Medicina puede quedar imputrefacto.
La razón por la cual no existen remedios para la primera vida está en que no hay en ella nada que escrutar, dado que toda su complexión y todo su ser está destinado a perecer sin dejar ningún rastro. Así pues, nada de lo que no perdure y de lo que no resuelva en una nueva natividad está sometido a la Medicina. De lo que resulta que todo el trabajo del médico no estará encaminado sino a conseguir una nueva natividad. Ahí están y de ahí provienen el verdadero Azufre, el Mercurio y la Sal auténticas, en los que se contienen
(extent) todos los Arcanos, obras, curaciones y fundamentos.
Sólo cuando la segunda vida ha sido introducida y que la primera se ha retirado del cuerpo, estamos en condiciones de usar y aprovechar la primera materia y de encontrar allí mismo la última. De esta vida media ha de salir pues la nueva vida, libre ya de toda otra enfermedad o muerte que no sea el gran fin en el que todas las cosas han de perecer. (Opus Paramirum, Libro I, cap. 6)

La razón por la cual ninguna nueva vida puede perdurar está justamente en su fragilidad, lo cual es a la vez el motivo y fundamento de la muerte.
Todo el fundamento de esto está por consiguiente en que el hombre considere que sólo cuando se exponga y separe el cuerpo medio, han de manifestarse las cosas primeras. Sólo aquel que las reconozca para la vida nueva
(ex nova vita) conocerá verdaderamente el objeto de esta vida.
Sobre esto existen dos partes
(subjecta): una constituída por el enfermo, a solas, con su vida media vegetativa y cuya nueva vida, o sea la salud, se le ha escapado transitoriamente; y otra, en la que está la Medicina, que trata de proteger la vida media a través de la nueva vida. Por eso los Arcanos están en la vida nueva y no en la primera ni en la media. (Opus Paramirum, Libro I, cap. 6)

No debéis sorprenderos de que cuando los ojos no están educados no puedan ver muchas de estas cosas, ya que el cuerpo medio (medium corpus) obscurece los ojos, poseyendo en cambio la ciencia sobre la que debe apoyarse todo médico. Esa ciencia revela más cosas al médico que al profano... La ciencia es verdaderamente el origen de la fuerza del médico, ya que sólo a través de él pueden revelarse públicamente los milagros de Dios... Así, ninguna cosa que esté escondida podrá dejar de ser revelada por el médico, cuya luz podrá ser proyectada sobre la tierra, el agua, el firmamento, el fuego y sobre todas las cosas, en fin, que quieran contemplar las maravillas del Dios que las ha creado y en cuya mente viven antes de todo.
El que aún haya cosas sin explicación se debe solamente a que el trabajo intelectual necesario no ha sido aún proyectado con la profundidad debida.
Puede decirse que la ceguera de los ojos, el glaucoma, la catarata y la mancha blanca, invaden también las otras profesiones... Estas cegueras se parecen todas entre sí e importa mucho que sean corregidas. Pues así como la ceguera de médico es la muerte del enfermo, así la otra ceguera es la muerte del alma (Opus Paramirum Libro I, cap. VI)

Las enfermedades extrañas requerirán así que el médico las estudio con métodos extraños, aplicándoles las concordancias que correspondan, preparando y separando las cosas visibles y reproduciendo sus cuerpos a su última materia con ayuda del arte espagírico o de la Alquimia... El médico, en efecto, sólo debe serlo de las enfermedades que conozca, pero no de las que ignore. Por eso no debe preocuparse como no nos preocupamos nosotros, de ser influidos por los árabes, bárbaros o caldeos. Y no creer en nada de los otros que no haya sufrido la prueba del fuego, pues eso no es verdadera Medicina, ya que como hemos dicho repetidamente, el fuego crea al médico. Aprended pues la Alquimia, también llamada Espagiria, y ella os enseñará a discernir lo falso de lo verdadero. Con ella poseeréis la luz de la Naturaleza y con ella por tanto podréis probar todas las cosas claramente, discurriéndolas de acuerdo a la lógica y no por la fantasía. (Opus Paramirum, Libro I, cap. 3)

Así pues es preciso que abramos bien los ojos en este arte a fin de que distingamos las cosas no sólo médicamente sino con la verdadera mirada del fuego y no con la sencilla contemplación de los rústicos y los profanos. Este ha de ser el fundamento desde el que acometeremos el estudio del tratamiento médico, a la vez que el motivo que nos haga separarnos definitivamente de las complexiones y de los cuatro humores... La verdad es que toda enfermedad tiene que ser caliente o fría. ¿Cuál podría carecer de estos "colores"? Diremos que ninguna; y sin embargo ésos no son más que signos y no enfermedades propiamente dichas. De modo que aquel que tome los signos por la materia se engañará fatalmente (Opus Paramirum, Libro I, cap. IV)

No puede existir ninguna verdad fundamental en las enfermedades o en el hombre que no haya recibido su luz de la Naturaleza, según puede probarse siempre por numerosos testimonios. Esa es en efecto la gran luz del Mundo. Y os digo que así como el oro puede contrastarse hasta siete veces por el fuego, así el médico debe probarse siete y más veces aún por el fuego, ya que el fuego probará a su vez las tres substancias, mostrándolas al desnudo, puras, limpias y sencillos. Por eso no puede decirse que nada haya sido probado debidamente en tanto no haya sido sometido a la prueba del fuego. El fuego prueba todas las cosas y siempre, al separar las impurezas, acaba haciendo aparecer las tres substancias puras. Así el médico será probado no por propia naturaleza sino según el arte teórico y práctico en que se haya iniciado bajo el bautismo del fuego. Porque estas tres cosas, estos tres principios, no son perceptibles para los ojos de los rústicos y no se dejan captar fácilmente, siendo justamente el fuego el que develará la obscuridad que los envuelve, exponiéndolos nítidamente a nuestros sentidos. (Opus Paramirum, Libro I, cap. 1)

Es necesario que las causas de la salud y de la enfermedad sean claramente visibles y que ninguna obscuridad se proyecte sobre ellas, razón por la cual nos hemos referido antes al fuego, en cuyo seno se encuentran escondidas todas las cosas y bajo cuya acción se ponen de manifiesto. De esta visibilidad (aspectu) nacen los testimonios de la ciencia médica. Por eso el médico es médico por la medicina y no sin la medicina, pues ésta es anterior a él y existe por sí misma; de lo que se deduce que su estudio está en la observación de los hechos y no en la fantasía del médico... Pues en verdad que el fuego ha sido conferido a los maestros y no a los discípulos.
Os aclararé esto: digo que no hay nada en el interior del hombre, por más brillante que sea su genio, que pueda hacer de él un médico. Nada en él pertenece al arte de la medicina, pues en esto su espíritu está tan vacío como una cesta; a pesar de ello ese espíritu -esa cesta- se halla en disposición de albergar las cosas que le sean entregadas y que son verdaderos tesoros. Todavía ese genio brillante y bien dispuesto carece de experiencia, de ciencia y de arte médico, pues en realidad todo lo que aprendemos y experimentamos debe quedar encerrado por un tiempo y sólo aplicarlo después en el momento oportuno.
Considerad ahora estos dos ejemplos:
Ved el vidriero y preguntaos de dónde o de quién ha recibido su arte. Convendréis conmigo en que no ha sido de él mismo, ya que su razón no ha podido aún penetrarse de los fundamentos de su arte, a pesar de lo cual le ha bastado tomar la materia y echarla en el fuego para que la luz de la Naturaleza haga aparecer el cristal ante sus ojos.
Ved ahora el carpintero. El carpintero que construye una casa puede a su vez alcanzar este arte por el simple impulso de su iniciativa razonada, con tal de que posea un hacha y una madera buena para su trabajo.
El médico es como el vidriero, pues por más que tenga ante él un enfermo y a su disposición los diversos medicamentos, carece de la ciencia y del conocimiento de las causas. Si por el contrario posee el hacha y la madera del carpintero, puede llegar a ser médico verdaderamente. Tanto de una manera como de la otra, por más que como buen artesano se prepare una buena hacha y ponga luego todo su talento personal en aprender a servirse de ella debidamente, necesitará del fuego para que el tesoro oculto se manifieste, esto es, para que la Farmacopea y la ciencia encerrada en su inteligencia alcancen la finalidad de su medicina....
Pues todo cuanto el fuego enseña no puede ser probado ni comprendido sin el fuego. (Opus Paramirum Libro I, cap. 1)

Porque va en contra de la Filosofía el que las florecillas no deban participar de la eternidad; aunque se marchiten, comparecerán cuando se reúnan todas las estirpes. Y no se ha creado nada en el Mysterium Magnum, en el Gran Mundo milagroso de Dios, que no esté representado también en la eternidad (Philosophia ad Athenienses, Libro II)


En algunos momentos flotamos sin peso, parecemos ascender al cielo, recogemos los mensajes que brotan como aromas desde el ser y los transcribimos fielmente. Pero luego hay que volver a tierra y hacer nuestros deberes cotidianos. Somos humanos y hay que arreglar cuentas, hablar con la familia, comprar comida, hacer encargos, resolver conflictos… Todo se amontona pesadamente cuando miramos la vida común desde la perspectiva de lo real, desde la nube de la que acabamos de aterrizar. Hay que armonizar nuestra relación con la materia para que esto no sea traumático, sino algo enriquecedor y que brota desde la serenidad interna. Nuestra visión ha de ser equilibrada y debe permitirnos evaluar la realidad con ojo crítico. Sólo así podremos emprender pronto un nuevo y realizador vuelo espiritual. Tenemos que decidir nuestros intereses de investigación y las necesidades colectivas a las que podemos y debemos responder. Pasamos por ciertos riesgos al entregarnos a las experiencias internas (desdoblamientos, canalizaciones, retiros de silencio, ayunos…), pero después de un tiempo tenemos que volver otra vez a esos mundos como si fueran lo único que merece la pena en nuestra vida. Nos entusiasmamos por esas aventuras divinas y aunque en lo humano rozamos las lindes de la locura, seguimos adelante. Totalmente humanos y plenamente divinos es el lema. Amigos, tecnología, amantes, creatividad, distracciones, hijos… Al final hemos de sentirnos individuos independientes, capaces de educar y transmitir la libertad a los otros, capaces de respetar a cada uno por el ser que es y no por lo que tiene o por su aspecto. Losniños cristal que ya aparecen en las cuatro direcciones de manera colectiva están aquí no para complacer a sus padres ni para ser como ellos en un modelo mejorado, sino para hacer lo que sus padres no se atrevieron nunca a llevar a cabo, lo que atemoriza el corazón de sus padres. Incluso se enfrentan con los viejos conflictos familiares enquistados entre hermanos, abuelos, familia política, etc. La misión de muchos de ellos es comenzar por todo lo que ha quedado pendiente de resolver en el pasado familiar. Escondida en el corazón paterno está soterrada esa ansia de infinito y de libertad que caracterizó a los setenta y ochenta de nuestra juventud, y ahora estamos pasando esa antorcha a nuestros hijos y nietos. Sacamos la cabeza fuera de la frontera de lo conocido y gran parte de esa generación volvió a meterla dentro, asustada por la falta de límites que contemplaba. Ahora ya no hay tiempo que perder y todo ha tomado una intensa velocidad crucero. Tenemos que aprender a salir y a entrar, a caminar dignamente por el tonal y a volar por el nagual, maestros de los dos caminos sin elegir ninguno de ellos por encima del otro. Existen ayudas y seres guardianes de los dos lados del velo que nos empujan a pasar, que nos protegen en el viaje y que no nos dejan quedarnos allí por demasiado tiempo. Tenemos que coger el poder con nuestras manos y saber entregarlo a los que siguen, dejarlo que nos invada sin monopolizarlo para nosotros, como galandriel antefrodo, tenemos que pasar la prueba del espíritu y volver a la cordura. Después de cada batalla hay que descansar, hay que sudar, distraerse, trabajar, amar, y luego volver a los altos vuelos, equilibrando la luz y la oscuridad en nuestras vidas.

EMILIO FIEL
"MIYO"

Fuego divino que sales de la pirámide maya...
Visiones de muchos inviernos, donde el sol se levantaba bien alto, los tambores sonaban desde todos los lugares y el rito era continuo, donde el cielo era joven aún...
Entre el sonido se levanta el vuelo...
El silencio es profundo; la soledad se atraviesa en el vientre, y todo lo que te rodea se reduce a tus expectativas...
El Sol se posa sin medidas y apasionado en su naturaleza y se sincroniza con todos los soles.., para formar una unidad en todos sus aspectos.
Danza y Cantos Melódicos que se ven allí donde se posa el Sol...
Una flecha apunta al centro del todo, es así como lo dijeron los cantos...


LOS TATWAS DE LA NATURALEZA

Tatwa es vibración del Éter. Los Tatwas son el Alma de los elementos. Los Tatwas son los elementos en sí mismos. Cuando un Logos fecunda su Caos, los Tatwas entran en acción. Los elementos tierra, agua, aire y fuego, existen en todos los planos de consciencia cósmica. Estos elementos en los mundos internos son llamados Tatwas. La Alquimia se fundamenta en el Caos y en los Tatwas. El AKASH es el principio del Éter. VAYÚ es el principio del aire.
TEJAS es el principio del fuego.
APAS es el principio del agua.
PRITHVI es el principio de la tierra.
Los Tatwas Anupadaka y Adi Tatwa son totalmente espirituales. En el mundo físico los Tatwas Vayú, Tejas, Prithi, Apas y Akash, son conocidos sencillamente como elementos de la Naturaleza. El horario Tátwico más exacto es el de la Naturaleza. Días de vientos y huracanes están influenciados por Vayú. Cuando hay calor intenso y mucho sol, está vibrando el Tatwa Tejas. Días de mucha lluvia son de Apas. Días primaverales llenos de belleza, son de Prithvi. Horas llenas de tedio y monotonía, son de Akash. Los Tatwas viven incesantes transmutaciones alquimistas. La alquimia se fundamenta en el Caos y en los Tatwas. Un Maestro de transmutaciones metálicas es también un Maestro de Tatwas. ¿Que es el rayo? El rayo es tierra transmutada. El rayo es Prithvi transmutado en Tejas. La tierra se transmuta en agua, el agua en aire y el aire en fuego. Prithvi se transmuta en Apas, Apas se evapora en Vayú, y Vayú se transforma en Tejas. Todos estas transmutaciones Tátwicas se fundamentan en el Caos, es decir, en Semen de la Naturaleza, en la sustancia cristónica del Logos Solar. Las transmutaciones Tátwicas son la causa causorum de las transmutaciones de los elementos de la naturaleza. Si el agua se convierte en aire y el aire en fuego es porque Apas se ha transmutado en Tejas. Así pues, el alma de los elementos vive en incesantes transmutaciones alquímicas, y por ello es que vemos a la tierra reduciéndose en agua, el agua en el aire y el aire en fuego. Todas estas transmutaciones de los elementos de la Naturaleza se verifican no solo externamente, sino en todos los planos de conciencia cósmica. No solamente en el planeta Tierra, sino también en el planeta hombre. Las transmutaciones Tátwicas son Alquimia Sexual. En el planeta hombre vemos a Prithvi reducirse al agua del semen y vemos a este Caos seminal transmutarse en sutilísimos vapores y a estos vapores de Vayú transmutarse por último en Tejas, es decir en Fuego. La doctrina de los Tatwas es trascendental, porque en ella se encierran las claves supremas de la Magia Sexual. La tierra se convierte en agua, cuando el agua, por los movimientos calóricos del interior de la tierra, penetra por sus conductos en formas de sutilísimos vapores. Entonces la tierra, como es de la naturaleza de la sal, se reduce a agua, y esta agua mediante el calor se evapora hasta convertirse en aire, y después de cierto tiempo de digestión se convierte en aire, y después de cierto tiempo de digestión se convierte en rayos y truenos, es decir, en fuego. Así es como Prithvi se convierte en Apa. Así es como Apas se transforma en Tejas. Todas estas transmutaciones Tátwicas son Alquimia Sexual. Todas estas transmutaciones T´twicas se verifican dentro de nuestro laboratorio orgánico, cuando estamos practicando Magia Sexual. Nuestra tierra, es decir, nuestro organismo humano, se reduce a agua, es decir a semen, durante nuestra excitación sexual. El miembro viril en estado de erección hace aumentar el semen en los vasos de nuestras glándulas sexuales. Así es como el calor del SEXO actúa transmutando nuestra tierra individual en agua pura, es decir, en semen CRISTÓNICO. Al refrenar el impulso sexual, esta agua, se transmuta en los sutilísimos vapores seminales que ascienden por nuestros dos cordones ganglionares hasta el cáliz del cerebro. Después de cierto tiempo de digestión, las corrientes solares y lunares de nuestros vapores seminales hacen contacto cerca del Triveni, sobre el hueso sacro, para que brote el Fuego Sagrado del Kundalini. Así es como Prithvi se transmuta en Apas. Así es como Apas se transmuta en Vayú. Así es como Vayú se transmuta en Tejas. Así es como nos hacemos Maestros tatwas. Cuando un Logos fecunda su Caos, produce una serie de transmutaciones Tátwicas que vienen a cristificarse por último en los elementos físicos de la Naturaleza. Así es como los Logos pueden crear Sistemas Solares, poblados de toda clase de seres. Nosotros también durante nuestros trances de Magia Sexual, fecundamos nuestro Caos con el Fuego Sagrado del Kundalini, cuyo resultado es una serie de transmutaciones Tátwicas dentro de nuestro propio laboratorio orgánico, hasta realizar el rey Sol, el Maestro de transmutaciones metálicas, dentro de las profundidades vivas de nuestra consciencia interior.

TRATADO DE ALQUIMIA SEXUAL
Samael Aun Weor

La mente, aquello que no existe, y que todo lo es...
Mente, de pequeños y saltos del tiempo y del espacio...
Sobre sal se edifica y sobre fuego se renueva...!
Dotados de supra sensibilidad en esos planos de la mente supra consciente del mismo ser autorizado de experimentar la realidad libre en su movimiento mas exacto...
Un espejo que nos brinda la exactitud inexplicable...

Late el corazón sagrado de la Divina Madre del mundo en nosotros...
Divina y Amada que dentro de mi tú existes...
Te recuerdo y te vivo en mi, como mis mas profundo ser que habita en todos los contenidos del micro y macro-cosmos...
Corazón que Late con fuerzas, y tú, que te extiendes ante la multitud del mundo en ese latido de ti...
Vientre, cielo y tierra, vientre, vacío y Amor...
Tú...


Parece que en el mundo de hoy todo esté pensado para que todo el mundo vaya tan deprisa que nunca pueda uno pararse a considerar por qué le ha sido concedido el milagro de la vida.
Es tremendo que la gente malgaste su vida y su inteligencia formando parte de esta sociedad de la prisa. Si parasen aunque fuese sólo un momento y considerasen el hecho cierto de que todos can a morir algún día y a encontrarse cara a cara con Dios, me pregunto qué harían.
Una de las causas de que nuestra sociedad sea tan rápida es la máquina. Las máquinas nos han cambiado la manera de vivir y todos nuestros valores referentes a este mundo. En los viejos tiempos, hacía falta trabajo manual para casi todo. Cada cual tenía su función, y cada uno ayudada a los demás. No había dinero, no podías tenerlo ni acumularlo, de modo que no podías preocuparte de comprar más cosas que el vecino. Los indios de los viejos tiempos estaban siempre yendo y viniendo, y no podían cargar más cosas que las que necesitaban realmente. Lo importante eran las cualidades que tenían dentro un hombre, no las posesiones exteriores que tuviese.
Thomas Yellowtail
"Apsároke" (Cuervo)

Aves y cuadrúpedos, árboles y rocas, son obra de un gran poder.
A veces hay hombres que dicen que pueden entender lo que dicen los cantos de las aves.
Y yo creo que es verdad.
Dicen que pueden entender la llamada y el grito de los animales, y yo creo que también eso es verdad, pues esas criaturas y el hombre son parecidos, obra de un poder más grande de... nosotros creemos que él (Wakan Tanka) está en todas partes.

Perseguido Por Osos
"Sioux santi"

Canto al Sol...
Canto a la Tierra...
Canto al Fuego...
Canto al Agua...
Canto al Viento...
Canto a Wakan Tanka...

Fuego que late en el corazón;
agua que recorres las venas...
Cielo que iluminas los pasos;
Sol que camina en la Tierra...

Fuego, dame calor para vivir...
Agua, purifica mi cuerpo...




Diamantina el agua que corre por las venas de la madre del mundo...
Orgullo por vivir en ella y ella en mi...
Caminante de una Gran Nave del Cosmos y de sensibles Universos creados a medida...
Una porción de magia y un atributo sin cesar...
Todo lo que ya existe es una porción de ti en ello...!
Un espejo vibratorio suprasensible que refleja todo lo que sus impulsos han dirigido en ello...
La luz que es reflejada de dentro, es cegado al cielo sin ser visto por el ojo que nada ve...
La luz que destella del átomo mercurial, entra en sintonía con su divulgado y efectiva vibración de adaptación en lo que se ve y deja de ser visto...!
No hay nada que fuera no sea proyectado desde dentro...!
No hay nada dentro que no sea una proyección de afuera...!
Simbiosis diría la palabra que mas se acerca en el caso...
Tomad de aquello que solo os sirve en hoy; dejar pues aquello que aumenta en tamaña para mañana...?
El Sol Mercurial del Espíritu de la Serpiente Sagrada, es el mismo reflejo en otras expectativas, que el Sol que vemos en los Firmamentos mas cercanos a nosotros...
No hay nada nuevo, ni nada viejo, solo atemporal...
No disponemos del tiempo, ni del espacio, pero dentro esta medido...?
Un átomo, atrae a otro átomo...?
Y así sucesivamente...
Solo existe, lo que tus palabras puedan decir con la Clara/Humildad de tus tres aspectos...?



"Abuelo y Padre Wakan Tanka, creador de todo lo que es, que siempre has sido, ¡mírame! Y Tú, Abuela yMadre Tierra, Tú eres wakan y tienes oídos sagrados; ¡escúchame! Nosotros hemos venido de Ti, somos parte de Ti, y sabemos que nuestros cuerpos regresarán a Ti en el momento en que nuestros espíritus recorran el gran camino. Al colocar este centro en la tierra, te recuerdo a Ti, a quien mi cuerpo regresará. Pero sobre todo pienso en Wakan Tanka, con quien nuestros espíritus se vuelven uno. Purificándome de esta manera, yo deseo hacerme digno de Ti, Wakan Tanka, para que mi gente pueda vivir."

Entre los silfos del aire luminoso de claras danzas que en el aire se sujetan...
Entre el devenir de la existencia y el humilde y valle de sonidos cósmicos...
Amada...!!!
Sube como el viento y danzas como silfos en el aire...!
Ardes como las salamandras entre el fuego de thot...!
Amada...!!!
Pura como las hadas del agua cristalina de mi manantial...!
Amada...!!!
Recorres mi sangre, te detienes en mi, haces de mi tierra un mangar de deliciosas y felices duendes de las noches...!
Amada...!!!
Es hora de unirme a ti;
es hora de besar tus labios de miel que me hacen subir al cielo y comprenderlo aun mas...
Es la hora mi Gran Amada de unirnos para la Eternidad de los Universos...
Juntos; hagamos una Creación Divina, una Creación de un Sol Absoluto y repleto...
Sujeta la Columna de Fuego de Rayos del Mercurio; sujetate...!
Sujeta los destellos de aire vivo...
Separa la sal del horno y el vitriolo de la vanidad...
Sujeta la puerta del cielo...
Amada...!!!

El Caos

"En el principio creó DIOS los cielos y la Tierra".
"Y la Tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas".
"Y dijo Dios: sea la luz: y fue la Luz".
"Y vio Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tienieblas".
"Y llamo Dios a la luz día, y a las tinieblas llamo noche, y fue la tarde y la mañana, un día".
"Y dijo Dios: haya expansión en medio de las aguas, y separó las aguas de las aguas".
"E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión: y fue así".
"Y llamó Dios a la seca tierra, y a la reunión de las aguas llamó mares: y vio Dios que era bueno".
Si el hombre, quiere crear sus cuerpos de Liberación para realizarse como un Maestro del Mahamvantara, tiene que hacer lo mismo que hizo Dios fecundando el Caos de su sistema seminal, para que de allí surja el Universo interior.
El Caos es el Semen, y si queremos crear como Dioses, tenemos que fecundar él Caos con el fuego vivificador, para que de allí surjan nuestros cuerpos de perfección, con los cuales nos realizamos como Maestros del Mahamvantara.
El Caos es la mezcla de agua y fuego. El Caos es el semillero del Cosmos. El agua del Caos es el habitáculo del fuego. La tierra se reducirá a agua, y el agua es el habitáculo del fuego.
Nuestro cuerpo material, es decir, nuestra tierra individual, se reduce al agua del semen, y si nosotros fecundamos ese Caos del Semen con el fuego del Espíritu, surge de allí el Niño de Oro de la Alquimia Sexual, el Yo/Cristo que sube al Padre y que nos hace reyes y sacerdotes del Universo.
El Génesis es un Libro de Alquimia.
Si nosotros queremos crear nuestro Universo Interior, tenemos que hacer lo mismo que hizo Dios cuando creó el Universo.
Haya que separar las aguas de las aguas, colocando lo material y grosero entre las profundidades del abismo interior, y elevar nuestra fuerza Cristica sublimando nuestra energía seminal para colocarlas arriba en nuestro cielo divino, donde resplandece la gloria del INTIMO.
Este es un trabajo de Alquimia/Sexual.
Por eso dice HERMES TRISMEGISTO:
Separarás la tierra del fuego, lo sutil de lo espeso, suavemente, con gran industria.
Él sube de la tierra al cielo, y enseguida vuelve a bajar a la tierra, y recoge la fuerza de las cosas superiores e inferiores"
(Tabla de Esmeralda)
Este es nuestro trabajo bendito de la Gran Obra.
Hay que trabajar sobre nuestro Caos para separar las tinieblas de la luz, y darle a las tinieblas la residencia del abismo, y a la luz la residencia de nuestro Dios.
Tenemos que hacer el Génesis en nosotros mismos.
Dice HERMES TRISMEGISTO:
"Lo que esta abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo, para hacer los milagros de una sola cosa"
(Tabla de Esmeralda)
El Caos del Universo reside ahora mismo en nuestros sistema seminal, y si Dios para crear el Universo tuvo que fecundar las aguas del caos nos toca hacer lo mismo, fecundando las aguas de nuestro Caos, es decir, el semen, con el fuego del Kundalini, para hacer surgir nuestro Universo interior y convertirnos en Dioses inefables. Esto se llama Alquimia Sexual.
Las aguas supra-celestes del Caos son puro semen, y de ese semen fue que salió el Universo.
Esas aguas supra-celestes del Génesis son una sustancia muy pura, flexible e inflamada, pero que no se consume jamás.
Este es el Paraíso, donde Adán vivía desde la caída.
Fecundemos el Caos(Semen), separemos las aguas de las aguas colocando lo material y lo grosero entre el abismo, y lo divinal y sublime en nuestro firmamento interior, para que nos convirtamos en Dioses del Universo.
Ahora nuestro sistema seminal, es decir, nuestra tierra, está toda desordenada y vacía, y la tinieblas están ahora sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se mueve sobre la haz de nuestras aguas seminales.
Hagamos la Luz, hermanos, hagámosla arrancándole la luz a las tinieblas, por medio de la Magia/Sexual.
La luz es buena, apartémosla de las tinieblas.
Separemos las aguas de las aguas, es decir la luz de las tinieblas y juntemos las aguas tenebrosas en el abismo, para descubrir la seca, un rico Universo Interior, cuerpos de perfección, y realizarnos como Maestros de ese Edén interior y delicado donde brillan las lumbreras del cielo, y de donde sale toda criatura viviente.
Realicemos el Génesis en nosotros mismos, por medio de la Alquimia Sexual.
El Génesis es un tratado de Alquimia Sexual.
"Tal como es arriba es abajo".
El Caos del Macrocosmo está también en el Microcosmo.
Las aguas del Caos están en nuestras glándulas sexuales.
Esas aguas son el semen.
Si Dios tuvo que fecundar las aguas para crear el Universo, a nosotros nos toca hacer lo mismo.
Esas aguas, es el semen de nuestros órganos sexuales.
Así, pues, ya dimos con la clave movimiento perpetuo.
Y cuando seamos Dioses fecundando el semen con el fuego, haremos surgir Universos majestuosos dentro de las terribles profundidades de nuestra conciencia superlativa.
Cuando los discípulos y Maestros quieren ingresar a una nueva INICIACIÓN, tienen que solicitar entrada al mismo LOGOS del Sistema Solar.
Empero cuando ya el Maestro se liberta de los cuatro cuerpos del pecado, entonces ya no necesita pedir entrada, porque ha entrado en el mundo de los Dioses, y es también un Dios.
El maestro que ha llegado a estas alturas, sabe que entrar en Iniciación mas elevada, significa fecundar su Caos para hacer nuevas creaciones internas, lo cual significa nuevas responsabilidades ante las Leyes Kármicas.
Los Maestros estamos fecundando nuestros Caos incesantemente, para crear universos internos cada ve más grandiosos, cada vez más perfectos.
Cuanto más grandiosos sean estos Universos internos, tanto más responsabilidad Kármica tienen sus creadores.
Por ello es que los Budas ya no necesitamos solicitar al Logos entrada a nuevas Iniciaciones.
Los Budas tenemos ya edad suficiente como para comprender la solemne responsabilidad de toda creación interior.
El Logos que es ya capaz de crear un Sistema Solar y de cristalizarlo con los Tatwas, tiene una gravísima responsabilidad Kármica inmensamente más grave que la de los ARAHAN.
Un Logo crea fecundando su propio Caos seminal sexual.
Así, pues, fecundando nuestro Caos, nos convertimos en Dioses inefables, en Logos Solares, en Logos Constelares. etc...
El Génesis encierra pues, la clave del movimiento continuo.
El Génesis es un libro de actualidades palpitantes.
El Génesis es un tratado de Alquimia Sexual.
Ya hemos encontrado pues, la clave del movimiento perpetuo, el Elixir de Larga Vida y la Piedra Filosofal.
Ahora debemos entrar en el mundo de los Dioses.
Hay necesidad de entrar en el reino del Super Hombre.
Necesitamos convertirnos en Jerarcas del Fueog.

TRATADO DE ALQUIMIA SEXUAL
Samael Aun Weor




La estrella matutina

El indio nunca pretendió que el poder del habla
articulada fuera una prueba de superioridad
sobre la creación muda;
por otra parte, para él el habla es un don peligroso.
Cree profundamente en el silencio
la señal de un profundo equilibrio.
El silencio es el aplomo o equilibrio absoluto del cuerpo,
la mente y el espíritu.
El hombre que mantiene su personalidad siempre
calmante e inalterada por las tormentas
de la existencia, ni una hoja, por decirlo así,
moviéndose en el árbol, ni una onda en la superficie
brillante de un estanque: ésta es, para el sabio iletrado,
la actitud y la conducta ideales en la vida.

CHARLES A. EASTMAN
(OHIYESA)
Sioux Santi