Tunkasila

Nos sentamos en la forma de meditación, abriendo paso a la no/acción corpórea e mental...

Abrimos las puertas sagradas de nuestros templos, para alcanzar o obtener el equilibrio del Ser en nosotros...

Muchos se sientan en forma meditativa, y asume el papel de meditador...

Muchos son los que Durán una hora cada día...

Pero pocos son los que se sientan en forma meditativa y se entregan a la practica en si...

Cuando el meditador, se sienta en la postura del loto, enterrando las rodilla en la tierra, y dirigiendo su canal al cielo, enraizando la coronilla a su Universo, y entrega toda su Alma al Dios/Diosa que somos.., entra como un Relámpago en nosotros la Luz del Sol y los rayos de la Luna, entregando así las Llaves mas remotas del Ser Universo que somos...

Las Capas Solares se abren a la Muerte como relámpago al cielo...

Las Capas Lunares se abren a la Muerte como relámpago al cielo...

Así terrible y en la soledad mas intima que conozcamos, entra como espiral la Vida en todo sus movimientos mas intimo del Ser en nosotros...

Como un rayo de Luz caído de la conciencia misma, ilumina todo nuestros cuerpos y es reflejado en nuestra mente como el sol es reflejado en el cielo claro y celeste...

Pero antes, debemos morir y morir en cada instante, en cada momento respiratorio, y en cada pensamiento que tengamos y disipemos en si mismo...

Debemos de reflejar el Intimo en nosotros...

Debemos de iluminar cada instante, como el sol y la luna ilumina el día y la noche...

Morir, es negarnos...

Morir es Vivir en Si Mismo...

Que la Ciencia de la Meditación sea en nosotros la Luz Clara del Día y la Noche...

Morir es Vivir...

Vivir es Morir...