Hijo mío, cuando aparezca en tu mente el reino que está más allá de la palabra no consientas las charlas, no sea que te vuelvas orgulloso y locuaz arrastrándo así los reclamos mundanos. Es importante ser humilde y modesto. ¿Entiendes, venerable monje de Weu? Cuando dentro de ti aparezca la autoliberación no te comprometas en lógicas y especulaciones, no sea que te envuelvas en actividades sin sentido; hijo, descansa sin pensamientos vagabundos. ¿Entiendes, venerable monje de Weu? Cuando contemples la naturaleza vacía de la mente no la analices como una o como muchas, no sea que caigas en el vacío de la aniquilación; hijo, descansa a tus anchas, en la esfera más allá de las palabras. ¿Entiendes, venerable monje de Weu? Cuando practiques el Mahamudra no practiques actos virtuosos de boca o con el cuerpo, no sea que se desvanezca la sabiduría de la no distinción; hijo, descansa a tus anchas en el estado del no hacer. ¿Entiendes, venerable monje de Weu? Cuando se abra la revelación y la profecía no te engrías ni te sientas eufórico, no sea que te defrauden presagios demoníacos; hijo, descansa a tus anchas en el estado del no apego. ¿Entiendes, venerable monje de Weu? Cuando observes tu mente con penetración no remuevas las pasiones ardientes ni el apego no sea que te posea el demonio del deseo; hijo, descansa a tus anchas y sin esperanza
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