Hoy por hoy, carecemos de sentido de nobleza, decoro e integridad; y, por desgracias, no disponemos de ciudadanos medélicos cuyas vidas nos sirvan de ejemplo.
Estos caudillos indios, sin embargo (Tecumseh, Mangas Coloradas y todos los demás), tenían conciencia de la propia valía, de la misión a cumplir y de la relación con las fuerzas vitales del cosmos más amplio en un grado que no se ha visto desde entonces.
Luchar con fuerzas abrumadoras, padecer la soledad de saber que la situación era desesperada y mantener una convicción individual fue una hazaña que pocos podemos concebir y ninguno igualar.

Vine Deloria, jr.


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