Hermanos míos :

Es necesario que vosotros en estos días comprendáis a fondo la necesidad de disolver el "Yo".
El peligro más grande que existe en la vida, es el de convertirnos en "Hanasmussianos".
Quien no trabaja en la disolución del "Yo", en cada existencia se va degenerando más y más hasta que por fin deja de nacer porque se ha convertido en "Hanasmussiano" peligroso.
Existen cuatro clases de "Hanansmussianos":

1) Hanasmussiano de tipo cretino, demasiado decrépito,
estúpido y degenerado.
2) Hanasmussianos fuertes, astutos, perversos.
3) Hanasmussianos con doble centro de gravedad pero
que no tiene cuerpo astral, y sólo usan cuerpo Lunar.
4) Hanasmussianos con doble centro de gravedad y cuerpo astral.

Los "Hanasmussianos" de primer tipo son verdaderos cretinos, idiotas y degenerados sumamente perversos, pero que ya no tienen ni siquiera fuerzas para ser perversos; esa clase se desintegra rápidamente después de la muerte del cuerpo físico.
Los "Hanasmussianos" del segundo tipo continúan retornando a este mundo en órganos del reino animal.
Los "Hanasmussianos" de tercer grado fueron iniciados de Magia Blanca y adquirieron muchos poderes psíquicos, pero como no disolvieron el "Yo", se extraviaron del camino y cayeron en la Magia Negra; esta clase de "Hanasmussianos" son como una moneda de dos caras : el anverso y el reverso; dos personalidades internas, una blanca, otra negra, cada una de esas dos personalidades tiene auto-independencia y psíquicos poderes.
Los "Hanasmussianos" de cuarto tipo son verdaderos "Bodhisattvas" caídos que cometieron el error de fortificar el "Yo"; estos "Hanasmussianos" tienen doble centro de gravedad, la divina y la diabólica. Lo más grave de todo es que tienen cuerpo astral; ejemplo : Andramelek. Este "Hanasmussiano" confunde a los invocadores inexpertos, los "dos" Andramelek son uno : el blanco y el negro; ambos adeptos son opuestos y sin embargo son uno, y ambos son verdaderos Maestros, el uno de la Logia Blanca, y el otro de la Logia Negra.
Muchos Iniciados que lograron crearse los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, fracasaron porque no disolvieron el "Yo" psicológico.
Esos Iniciados no pudieron celebrar la Navidad del Corazón, no lograron encarnar al Ser a pesar de poseer los Cuerpos Existenciales Superiores, y se convirtieron en "Hanasmussianos" con doble centro de gravedad.
Es necesario comprender la necesidad de trabajar con los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia, si es que realmente queremos la auto-realización a fondo.
Si excluimos cualquier factor de la Revolución de la Conciencia, el resultado es el Fracaso.
Nacer, Morir, Sacrificarnos por la Humanidad, he ahí los Tres Factores básicos de la Revolución de la Conciencia.
Magia Sexual, disolución del "Yo", Caridad, este es el triple sendero de la Vida Recta.
Algunos hermanos nos han escrito pidiéndonos una didáctica para la disolución del "Yo".
La mejor didáctica para la disolución del "Yo" se halla en la vida práctica, intensamente vivida.
La convivencia es un espejo maravilloso donde el "Yo" se puede contemplar de cuerpo entero.
En relación con nuestros semejantes, los defectos escondidos en el fondo subconsciente nos traiciona y si estamos en estado de alerta percepción, entonces los vemos tal cual son en sí mismos.
La mejor alegría, es celebrar el descubrimiento de algunos de sus defectos.
Defectos descubierto, defecto muero.
Cuando descubrimos algún defecto, debemos verlo en escena como quien está viendo cine, pero sin juzgar ni condenar.
No es suficiente comprender intelectualmente el defecto descubierto, se hace necesario sumergirnos en profunda Meditación Interior, para atrapar al defecto en los otros niveles de la mente.
La mente tiene muchos niveles y profundidades, y mientras no hayamos comprendido un defecto en todos los niveles de la mente, nada hemos hecho, y éste continua existiendo como demonio tentador en el fondo de nuestro propio subconsciente.
Cuando un defecto es íntegramente comprendido en todos los niveles de la mente, entonces éste se desintegra con su pequeño "Yo" que lo caracteriza, reduciéndolo a polvareda cósmica en los mundos suprasensibles.
Así es como vamos muriendo de instante en instante, así es como vamos estableciendo dentro de nosotros un Centro de Conciencia Permanente, un Centro de Gravedad Permanente.
Dentro de todo Ser Humano que no se halle en último estado de degeneración, existe el "Budhata", el principio Budhista interior, el material psíquico o materia prima para fabricar eso que se llama "Alma".
El "Yo" pluralizado gasta torpemente dicho material psíquico en explosiones atómicas absurdas de envidias, codicias, odios, celos, fornicaciones, apegos, vanidades, etc...
Conforme el "Yo" pluralizado va muriendo de instante en instante, el material psíquico se va acumulando dentro de nosotros mismos, convirtiéndonos en un Centro Permanente de Conciencia.
Así es como vamos individualizándonos poco a poco :
"Desegoistizándonos, nos individualizamos".
Empero, aclaramos, que la individualidad no es todo; con el acontecimiento de Belén debemos pasar a la sobreindividualidad.
El trabajo de disolución del "Yo" es algo muy serio, necesitamos estudiarnos a si mismos profundamente en todos los niveles de la mente; el "Yo" es un libro de muchos tomos.
Necesitamos estudiar nuestros pensamientos, emociones, acciones, de instante en instante, sin justificar ni condenar; necesitamos comprender íntegramente, en todas las profundidades de la mente, todos y cada uno de nuestros defectos.
El "Yo" pluralizado es el subconsciente, cuando disolvemos el "Yo", el subconsciente se convierte en consciente.
Necesitamos convertir el subconsciente en consciente, y eso sólo es posible logrando la aniquilación del "Yo".
Cuando el consciente pasa a ocupar el puesto de subconsciente, adquirimos eso que se llama Conciencia Continua.
Quien goza de conciencia continua vive a todo instante consciente no sólo en el mundo físico, sino también en los mundos superiores.
La humanidad actual es subconsciente en un Noventa y Siete por ciento y por ello duerme profundamente no solamente en el mundo físico, sino también en los mundos suprasensibles durante el sueño del cuerpo físico, y después de la muerte.
Necesitamos la Muerte del "Yo", necesitamos morir de instante en instante, Aquí y Ahora, no solamente en el mundo físico, sino también en todos los planos de la Mente Cósmica.
Debemos ser despiadados para con nosotros mismos y hacerle la disección al "Yo" con el tremendo bisturí de la Auto-Crítica.

Textos del Venerable Maestro de Misterios Mayores
"SAMAEL AUN WEOR"

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