Entre los sueños vemos que cada cosa tiene su forma, que cada instante es mas similar y mas lejano al anterior y al por llegar, cada sueño es, como una etapa mas sin ser descubierta, a punto de ser trazada por nuestra visión...
Hoy entre todos los días y noches, entre todas las multitudes y valles frondosos de vida. Traemos a nosotros una etapa mas, de Renacimiento y Nacimiento del Espíritu...
Ayer día 14 de Noviembre, día donde la tarde echaba su manto rojizo y nubes aleatorias de formas similares a los vehículos de los hermanos planetarios, de forma que el brillor de la despedida del Gran Sol, era tan hermosa y sublime, que los bellos de mi cuerpo, azotaban en sensaciones y resplandores que solo tuve un silencio que adquirir...
El día caluroso y bello en si, traía una breve sonrisa que entre los hermanos arboles resonaban entre si; el hermano Viento traía un sencillo mensaje a los Hijos del Sol, que en momentos de puro sentimiento y pura comprensión azotaba en la piel, como si el manto de una doncella y el calor de la Salamandra te acogiera y diera cobijo en un día de nieves y bajas temperaturas; pues una sencilla canción hacia tremezer a los Elementales y a los Devas que allí en el lugarcito, me acompañaban como hermanos y compañeros de trabajo; mientras el Gran Sol se alejaba y el canto del Viento sonaba entre el lecho y mi posada, pude comprender que Wakan estaba a nuestro lado, que nunca se alejo de nosotros y que vive dentro de cada uno de nosotros...
Cante al hermano Fuego y mi canto hizo lagrimar mis ojos, mi corazón se alzo por un instante y dentro del circulo, la lechuza cantaba y me acompañaba mientras yo comprendía, mientras yo no era mas que un solo hombre, que intentaba ser un buen guerrero y un buen danzante, mientras un coro de pajarillos daban hermosura al hermano Cielo, y acompañaba la magia del canto; vi como el Cielo se posaba en la Tierra, y los danzantes caminaban en círculos alrededor del Fuego haciendo plegarias y hermosos cantos que solo el oído y el ojo mágico podía ver tal situación...
A camino que el Sol se posaba entre las montañas del Juanar, los hermanos y hermanas que sacrificaban su tiempo y su espacio, iván llegando al circulo; pronto el manto oscuro del hermano cielo, traía consigo un brillor y espléndidas visiones nocturnas de pocas palabras y mucha alquimia en su rostro.
Nos posamos alrededor del Fuego y posamos un buen rato dando sonido al Viento y dando emociones al Fuego; en minutos echo eternidad, llego el momento donde las Abuelitas Piedras enrojecidas ya, silbaban al oído, y cantaba su toque de guerra; en instantes pasamos a la limpieza y entramos todos al Inipi, donde la Madre acogió a cada uno de nosotros y puso su aliento en nuestros Corazones...
4 rondas y 4 direcciones...
4 colores y 4 animales...
4 elementos y 4 cuerpos...
Pasaban los minutos como eternidad y como tranquilidad, pues la magia daba en si un abrazo de sensaciones y experiencias donde cada uno de nosotros hubo que integrar en cada instante; pues, como el Viento Cantaba en nosotros; el Fuego purificaba nuestras emociones, como el Agua renovaban nuestros pensamientos; la Tierra fertilizaba nuestro cuerpo y espíritu...
Una noche de soledad en nuestro corazones, una noche donde los danzantes y guerreros de la vida, hicieron consciente o inconscientemente un bello trabajo de integridad con la Forma Divina de la Gran Querida y Amada Madre Tierra...
Un bello día de trabajo...
Una bella noche de integridad...
Un bello Grupo, que entrelazaron sus Corazones para un bello fin y un bello Renacimiento...

"GRACIAS A VOSOTROS MIS QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS"

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