Atributos divinos


Se hace difícil de asimilar que haya personas dentro de lo que se llama la búsqueda espiritual, sea lo que sea que esta signifique, que con el paso de los años nunca han experimentado un estado de serena conciencia expandida (ni siquiera unos días o semanas). Una frecuencia de felicidad más o menos permanente, capaz de integrar las cualidades divinas que yosoy. Un periodo de su vida no sometido al flujo cambiante de los gustos y disgustos, al ahora feliz y ahora infeliz, en estos momentos en la cumbre y poco después en la sima más profunda.

Para lograrlo hace falta un buen programa del tontón con gps que nos conduzca a través de la maraña selvática para poder reconocer los atributos divinos que nos acompañan. Y finalmente los encontramos, comenzando el repaso a través del cuerpo, el alma y nuestro origen estelar.
Empecemos por el cuerpo que es perfección de dios, y nos permite experimentar a través de los sentidos. Que manifiesta una gran flexibilidad y ductilidad, dentro de una forma que nos ayuda a relacionarnos con el mundo circundante. Es un verdadero atributo del dios o diosa que somos, y hay que celebrar su presencia con danza y alegría. Importante entender que el cuerpo ama el movimiento, el deporte, que necesita sudar y estirar sus músculos, quiere gozar con la danza y abrazar otros cuerpos, o encarnar su conciencia a través de las ásanas o posturas del hatha yoga. Incluso cuando no puedes moverte (enfermedad, castigo, trabajo…) tienes que imaginarte en movimiento. Todo comienza y termina en el cuerpo, que es el recipiente sagrado del proceso de ascensión a quinta dimensión. Necesitamos vencer la timidez, la culpa, la duda, el miedo y la vergüenza ante las manifestaciones físicas, ante las expresiones artísticas, y especialmente en el encuentro amoroso con la pareja. La mente está unida al cuerpo y es necesario purificarla. El cuerpo nos permitió descender a la tierra, y cuando vivimos el instante a través del cuerpo establecemos conexión con el ser.
El segundo puntal de nuestras cualidades divinas es el brillo de nuestra alma, como la luz de una vela que tintinea sin cesar, la danza de la llama sagrada. Es el alma enlazando con el cuerpo de dios, de manera permanente, lo que permite nuestra vida en la tierra. Para que la sabiduría del alma se manifieste primero tenemos que reconocer la esencia divina del cuerpo, y luego confiar en el origen divino de su esencia.
En tercer lugar hay que aceptar sin lugar a dudas que somos hijos de las estrellas, ciudadanos galácticos, y que la luz del alma expresándose en este cuerpo divino es mucho más que este mundo y este planeta. No venimos de aquí ni somos densos, sino que nuestra naturaleza original está unida a las lejanas estrellas, y por eso se hace necesario celebrar y danzar la vida. No basta con encerrarnos en este planeta como algunos desean que hagamos, nuestro destino es supra galáctico, como germinadores de estrellas.
Un cuerpo divino, un alma inmortal y un derecho de nacimiento estelar sólo pueden mantenerse dignamente a través de la sonrisa y la alegría, lejos de toda seriedad ajena al espíritu. Es hora de asimilar que si reconociéramos de verdad el derecho de todo ser a la felicidad y a la alegría, nunca aparecería el dolor en nuestra vida.
Ama y sé feliz es todo el discurso posible.
MIYO...

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