Un día existió la ATLÁNTIDA en el océano que lleva su nombre; continente que ha sido puesto en tela de juicio por los cerdos del Materialismo, pero que ha sido debidamente demostrada, y en forma concluyente, por los verdaderos sabios que, de cuando en cuando, han aparecido sobre la faz de la Tierra.
Que se hubiera hundido aquel continente como una nata entre la leche, resulta un poco absurdo; aseveración necia de los ignorantes ilustrados, que"no solamente ignoran, sino que además, ignoran que ignoran". Si la Atlántida se hundió, fue a consecuencia de la REVOLUCIÓN DE LOS EJES DE LA TIERRA; mas esto no lo saben los antropólogos del Materialismo.
Esa catástrofe de la Atlántida dejó en mala situación a los actuales continentes. Observen ustedes las Américas, y verán que del lado del Pacífico se inclinan, como queriendo hundirse en el océano, mientras se levantan del lado oriental. Es algo similar a lo que le pasa con un barco: nunca se hunde verticalmente, siempre de lado.
La misma Cordillera de los Andes se carga hacia el lado Pacífico. Obsérvese luego la Europa, no hay duda de que por el Mediterráneo quiere hundirse, está más sumergida, más baja; y todos esos Países Bajos están inclinados hacia el mar, hacia la profundidad. También vemos eso mismo en Alemania y en Rusia.
Y miremos nosotros, por último, al Continente Asiático: está inclinado, como queriéndo hundirse por el Mar de las Indias...
Así que, los continentes quedaron averiados con la Gran Catástrofe Atlante, que desequilibró, verdaderamente, la formación geológica de nuestro mundo Tierra.
Hemos hablado mucho de soles y de catástrofes, y de todo por el estilo. Los SOLES DE ANÁHUAC, es algo que nos invita a la reflexión. Los Soles Nahuas son interesantísimos: son del Fuego, son del Aire, de las Aguas, de la Tierra. Marcan Catástrofes Cósmicas tremendas.
Se dice que los Hijos del Primer Sol [los Protoplasmáticos], perecieron devorados por los tigres. ¡Claro está: los Tigres de la Sabiduría! Se dice que los Hijos del Segundo Sol, 4 los Hiperbóreos, perecieron arrasados por fuertes huracanes. Se refiere a la humanidad que vivió en la herradura que está alrededor del Polo Norte. Se afirma que los Hijos del Tercer Sol, los Lemures, perecieron por sol de lluvia de fuego y grandes terremotos. Los Hijos del Cuarto Sol, los Atlantes, perecieron por las aguas. Los Hijos del Quinto Sol, los Arios, las gentes de esta época, pereceremos por el fuego y los terremotos. Así será y se cumplirá dentro de poco tiempo. Los Hijos del Sexto Sol, los Coradi, en la futura tierra del mañana, también morirán.
Después de hablarles sobre los Soles de Anáhuac, pasaremos a un ciclo menor. Naturalmente siempre existe una EDAD PRIMARIA, SECUNDARIA, TERCIARIA y CUATERNARIA.
No relacionaremos estas Edades con las cinco Razas que han existido. Esta vez las fundamentaremos en algo distinto, precisamente en los movimientos que experimenta la yema terrestre, ese movimiento geológico que se procesa periódicamente sobre su propio eje, en el movimiento de continentes sobre esa substancia pastosa y gelatinosa.
Desde ese punto podríamos hablar de Edades Primaria, Secundaria, Terciaria, Cuaternaria, etc.; de un EOCENO, de un Período Primario, pues, desconocido para las gentes, del GEOCENO, del MIOCENO y del PLIOCENO. Sí, con otra clase de catástrofes, pero que también las hay, con glaciaciones terribles, no lo negamos...
La Atlántida marcaría, entonces, el final de la Era Terciaria: el final de la Atlántida, aclaro. Esa Era Terciaria fue bellísima por sus Edenes; deliciosa por sus grandes Paraísos.
Han habido varias GLACIACIONES. No hay duda de que nos acercamos hacia otra glaciación. Hay catástrofes que son producidas por la revolución de los ejes de la Tierra, por la verticalización de los Polos del mundo, pero hay catástrofes que son producidas por el movimiento de los continentes, entonces surgen terremotos y vienen glaciaciones...
Se habla de unas cinco glaciaciones que se procesarían de acuerdo con los movimientos de los continentes, pero debemos también saber que han habido glaciaciones producidas por la verticalización de los Polos de la Tierra. Son múltiples, pues, las catástrofes y las glaciaciones; eso es obvio.
Si dijéramos que el hombre no existió en las épocas del Mioceno, o del Plioceno, o del Eoceno, estaríamos aseverando algo falso. Y resulta curioso que, a medida que las especies animales arcaicas fueron desapareciendo, el hombre continuó existiendo.
Estoy hablando de "hombres", esta vez, en un sentido meramente convencional, pues ya sabemos nosotros que el "animal intelectual" no es el verdadero Hombre, pero en alguna forma tenemos que hablar; y eso es obvio.
¿Que han habido cambios terribles? Sí, los ha habido. Pensemos nosotros, por ejemplo, en esa raza humana que surgiera del Eoceno, con su clima tropical, vernal, dijéramos, caliente; en esa Raza que se desarrollara y desenvolviera durante el Oligoceno, con su temperatura media; y por último, en esa Raza del Mioceno, fría, con temperaturas que se acercaron hasta la última glaciación. Lo interesante es que, a pesar de tantas glaciaciones y catástrofes, continúen los seres humanos existiendo.
Existe el HOMBRE PALEOLÍTICO todavía, increíble, pero cierto. Desaparecieron todas las especies animales de los tiempos arcaicos, los enormes reptiles del Mesozoico, y sin embargo continúan los seres humanos existiendo. ¿Cómo es posible esto? ¿Cómo es posible que todas las criaturas arcaicas hayan muerto y que el ser humano todavía siga vivo?
De manera que, pasaron las épocas Primaria, Secundaria, Terciaria de nuestro mundo, y todavía vemos a los seres humanos en la calle. Esto nos da autoridad más que suficiente como para decirle al señor Darwin, y Mr. Huxley, y al señor Haeckel (que tanto daño hizo a la humanidad con sus teorías materialistas), que el ser humano existió desde mucho antes de la Época Paleolítica.
Dije algo en la pasada cátedra sobre el Ombligo del Universo, sobre el OMEYOCAN; le comparé como al germen _y así es_ del cual nació este planeta Tierra. Es claro que el Omeyocan se desenvolvió en varias Dimensiones antes de que el planeta Tierra pudiera existir físicamente. Quiero decir que en el Omeyocan, el Ombligo del Mundo, se gestó el planeta Tierra, que pasó por varios períodos de actividad en diversas Dimensiones antes de cristalizar en la forma física actual.
Es obvio que el ser humano como semilla se desenvolvió desde el Omeyocan y fue cristalizado, poco a poco, a través de diversas Dimensiones, hasta tomar la forma física de la Época Polar.
Pero aquí estamos tocando asuntos que molestan a los materialistas, ellos dicen que "no creen sino en lo que ven"; sin embargo creen en todas sus utopías.
Andan buscando al Hombre Primordial entre las capas subterráneas de la Época Cuaternaria. Inventan cada día más y más teorías en las que creen; no las han visto, pero creen. Entonces están diciendo mentiras, están creyendo en lo que no ven, son unos falsarios; eso es obvio. Están asegurando falsedades diciendo que "no creen sino en lo que ven", y creen en un poco de conjeturas e hipótesis que no han sido comprobadas jamás, nunca.
Nosotros podemos comprobar lo que decimos; tenemos sistemas de investigación a través de las técnicas más difíciles de la MEDITACIÓN, mediante las cuales desarrollamos determinadas facultades, tales como, por ejemplo, el tipo de la Intuición más elevada, llamada "Prajña-Paramita", que nos permite, de verdad, estudiar los REGISTROS AKÁSHICOS de la Naturaleza. En esos registros está toda la historia de la Tierra y de sus razas. Y si los cerdos del Materialismo dejan su posición fanática y se resuelven a entrar en las disciplinas de la Gnosis, pueden desarrollar tales facultades, mediante las cuales les será asequible, a ellos, la historia de la Tierra y de sus Razas.
Así que, mis estimables amigos, vale la pena que reflexionemos profundamente en todas estas cuestiones. La hora ha llegado en que cada uno de nosotros reflexione sobre sí mismos y sobre el Universo...
El hombre existe sobre la Tierra mucho más allá de la Edad Primaria, mucho más allá de la Época Paleolítica. Y repito: nos da derecho de afirmar esto el mismo hecho concreto de que sigamos existiendo, a pesar de que todos los animales, todas las criaturas de los tiempos arcaicos, desaparecieron ya en su mayoría. Si eso es así, tenemos derecho para decir que "somos tan antiguos como la Tierra, como la Naturaleza". Porque "¡hechos son hechos y ante los hechos tenemos que rendirnos!"...
Si no hemos perecido, si no hemos desaparecido del escenario del mundo a través de tantas catástrofes, y a pesar de que todas las criaturas de los tiempos Mesozoicos se acabaran, entonces tenemos derecho a decir que "somos criaturas especiales", que "existimos sobre la Tierra antes que esas criaturas del Plioceno o de los tiempos Mesozoicos hubieran aparecido sobre la Tierra". Ese derecho nos lo da el preciso hecho de existir, el hecho concreto de que han pasado eternidades y continuamos vivos.
Murieron las criaturas contemporáneas de nosotros, sin embargo aquí estamos: vivos. Todos perecieron, pero nosotros seguimos vivos. Por lo tanto tenemos derecho a reírnos en las narices de un Huxley, o de un Darwin, o de un Haeckel (personaje que fue tan fatal para la humanidad; "y que su nombre se borre de la historia, y que nunca se escriba en las calles", como dijera Job).
Los distintos escenarios en los que se ha desenvuelto esta humanidad merecen ser tenidos en cuenta. Cuán sabios son los Soles maravillosos de los Nahuas...
No solamente contemplan aquella la Raza que fue devorada por los Tigres de la Sapiencia, sino también a los Hiperbóreos que perecieron arrasados por fuertes huracanes, y a los Lemures que perecieron por Sol de lluvia de fuego y grandes terremotos, y a los Atlantes que perecieron anegados por las aguas. Esos Soles Nahuas, van más lejos: contemplan también los movimientos de esa "yema de huevo dentro de la clara", esos movimientos periódicos de estos continentes, que tan pronto se separan como se alejan, que tan pronto producen grandes glaciaciones _donde perece toda vida_ como originan nuevas actividades.
Esos Soles Nahuas, van más lejos: contemplan también los movimientos de esa "yema de huevo dentro de la clara", esos movimientos periódicos de estos continentes, que tan pronto se separan como se alejan, que tan pronto producen grandes glaciaciones _donde perece toda vida_ como originan nuevas actividades.
Esos Soles de Anáhuac trabajan a través de los Períodos Primario, Secundario, Terciario, Cuaternario, etc. Por último se les eleva en los cambios de Fuego de cada 52 años. Estamos, ahora en el quinto de esos cambios, el Quinto Sol. Es que la Doctrina Secreta de Anáhuac contiene tesoros preciosos que nunca jamás aceptarían los enemigos de México, los antropólogos del Materialismo ateo...
Hasta aquí mis palabras. ¡Paz Inverencial!

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